29-S. HUELGA GENERAL
NUESTROS DERECHOS CONTRA SUS PRIVILEGIOS
Malo era el decreto del gobierno. Peor es la reforma laboral que sale del Parlamento. A su paso por el Senado, son capaces de hacerla más lesiva para los intereses de la población trabajadora. ¿Alguien duda todavía que tengamos que ir a una Huelga General?
Las grandes corporaciones industriales y financieras exigen que los gobiernos descarguen sobre las clases populares el coste de la mayor crisis que haya conocido el capitalismo. Sumiso, Zapatero está haciendo todo aquello que le dicen “los mercados”. Primero, recortaron sueldos y gasto social. Hoy, abaratan el despido y socavan los fundamentos de la negociación colectiva. En el punto de mira, pensiones y servicios públicos. ¡Y todo esto cuando las cifras del paro van subiendo hacia los cinco millones!
El PSOE se está haciendo el harakiri en favor de los ricos. La reforma responde a los deseos de la patronal. Pero sus representantes más genuinos votan en contra o bien se abstienen. Con los ojos puestos en la Moncloa, el PP deja que Zapatero se hunda en el barro anticipando las medidas antisociales que siempre ha promovido la derecha. PNV y CIU facilitan que la reforma marche hacia adelante ... mientras reclaman que se vaya más lejos.
Quieren poner de rodillas a los sindicatos y desmantelar el estado del bienestar. O les paramos los pies con una potente demostración de fuerza, o nos esperan años de regresión social y de gobiernos cada vez más conservadores y autoritarios. Es preciso empezar parando el "decretazo” y la reforma laboral. Estudiantes, viudas y pensionistas, asociaciones vecinales, movimientos ecologistas, mujeres... toda la ciudadanía está implicada en este reto. No hay tiempo a perder. Es necesaria la unidad de acción de todo el movimiento obrero, desde CCOO y UGT hasta las corrientes críticas que, como CGT, IAC, SAT, Confederación Intersindical o Cobas gritan también a la huelga. Hay que volver a las asambleas en los centros de trabajo y de estudio, en barrios y localidades; hay que organizar comités y piquetes de huelga...
El 29-S tenemos una primera cita. Pero es mucho lo que hay en juego. Nuestros derechos o sus privilegios. La lucha será larga. Necesitamos un plan y una perspectiva para abrir una salida progresista a la crisis y al fracaso del modelo económico actual. Desde Izquierda Anticapitalista propugnamos una movilización sostenida en favor de un plan de medidas de urgencia:
NUESTROS DERECHOS CONTRA SUS PRIVILEGIOS
Malo era el decreto del gobierno. Peor es la reforma laboral que sale del Parlamento. A su paso por el Senado, son capaces de hacerla más lesiva para los intereses de la población trabajadora. ¿Alguien duda todavía que tengamos que ir a una Huelga General?
Las grandes corporaciones industriales y financieras exigen que los gobiernos descarguen sobre las clases populares el coste de la mayor crisis que haya conocido el capitalismo. Sumiso, Zapatero está haciendo todo aquello que le dicen “los mercados”. Primero, recortaron sueldos y gasto social. Hoy, abaratan el despido y socavan los fundamentos de la negociación colectiva. En el punto de mira, pensiones y servicios públicos. ¡Y todo esto cuando las cifras del paro van subiendo hacia los cinco millones!
El PSOE se está haciendo el harakiri en favor de los ricos. La reforma responde a los deseos de la patronal. Pero sus representantes más genuinos votan en contra o bien se abstienen. Con los ojos puestos en la Moncloa, el PP deja que Zapatero se hunda en el barro anticipando las medidas antisociales que siempre ha promovido la derecha. PNV y CIU facilitan que la reforma marche hacia adelante ... mientras reclaman que se vaya más lejos.
Quieren poner de rodillas a los sindicatos y desmantelar el estado del bienestar. O les paramos los pies con una potente demostración de fuerza, o nos esperan años de regresión social y de gobiernos cada vez más conservadores y autoritarios. Es preciso empezar parando el "decretazo” y la reforma laboral. Estudiantes, viudas y pensionistas, asociaciones vecinales, movimientos ecologistas, mujeres... toda la ciudadanía está implicada en este reto. No hay tiempo a perder. Es necesaria la unidad de acción de todo el movimiento obrero, desde CCOO y UGT hasta las corrientes críticas que, como CGT, IAC, SAT, Confederación Intersindical o Cobas gritan también a la huelga. Hay que volver a las asambleas en los centros de trabajo y de estudio, en barrios y localidades; hay que organizar comités y piquetes de huelga...
El 29-S tenemos una primera cita. Pero es mucho lo que hay en juego. Nuestros derechos o sus privilegios. La lucha será larga. Necesitamos un plan y una perspectiva para abrir una salida progresista a la crisis y al fracaso del modelo económico actual. Desde Izquierda Anticapitalista propugnamos una movilización sostenida en favor de un plan de medidas de urgencia:
- Crear una Banca Pública y emprender la nacionalización del sector financiero bajo control social. Nacionalizar otros dominios estratégicos, como energía y comunicaciones.
- Implementar una reforma tributaria progresiva y acabar con el fraude fiscal.
- Proteger los colectivos más débiles: subiendo el salario mínimo a 1.200 euros, revalorizando las pensiones, prolongando el subsidio de desempleo, paralizando los desahucios …
- Prohibir los despidos en las empresas que registran ganancias, instaurar la semana de 35 horas parar favorecer el reparto del trabajo, imponer la igualdad salarial entre hombres y mujeres...
- Defender y extender los servicios públicos, rechazando el copago y las privatizaciones en los ámbitos sanitario y educativo.
- Incrementar el gasto público, orientándolo a la promoción del transporte ferroviario, las energías renovables, la agricultura campesina, la reconversión de la producción industrial bajo criterios de utilidad social y respeto medioambiental ... y abandonando proyectos insostenibles y agresivos como el tren de alta velocidad, la energía nuclear, nuevas autovías o trasvases. Constituir un parque público de viviendas de alquiler social.
- Reducir drásticamente los gastos suntuarios y los presupuestos militares, empezando por la Casa Real y la retirada inmediata de las tropas españolas de Afganistán.
- Favorecer la igualdad de derechos y luchar contra las discriminaciones por razones étnicas, de creencia religiosa o de orientación sexual. ¡Ni centros de internamiento para extranjeros, ni campañas xenófobas con qué nos quieran empujar a una guerra de pobres contra pobres!
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