Declaración del Comité Ejecutivo de la IV Internacional
Las próximas semanas van a ser decisivas para Grecia y Europa. El telón de fondo de las elecciones del próximo 25 de enero es el conflicto entre las clases fundamentales de la sociedad griega que, además, tiene una dimensión europea. La realidad es esa. Si en las próximas elecciones legislativas se confirma la victoria de Syriza y la derrota amplia de los partidos de la derecha, la lucha contra las políticas de austeridad podría cambiar de signo a favor de los pueblos. Más aún cuando asistimos a una campaña constante de los gobiernos y de los comisarios de la Unión Europea a favor del candidato conservador Samaras. Las encuestas sitúan a Syriza a la cabeza de la intención de voto con el 28%. Para lograr una mayoría absoluta que dependa solo de sus propias fuerzas tendría que alcanzar el 35%. En este contexto, todo depende de los resultados de los pequeños partidos, ya que si no alcanzan el 3% de los votos no obtendrán representación parlamentaria. Es verdad que una victoria electoral de la izquierda griega no resuelve todos los problemas, pero servirá para constatar que es posible comenzar a hacer frente a las políticas de austeridad e invertir el curso de los acontecimientos.
Es posible que se rompa un eslabón débil de las políticas de austeridad. [clik aqui para artículo completo]
Las próximas semanas van a ser decisivas para Grecia y Europa. El telón de fondo de las elecciones del próximo 25 de enero es el conflicto entre las clases fundamentales de la sociedad griega que, además, tiene una dimensión europea. La realidad es esa. Si en las próximas elecciones legislativas se confirma la victoria de Syriza y la derrota amplia de los partidos de la derecha, la lucha contra las políticas de austeridad podría cambiar de signo a favor de los pueblos. Más aún cuando asistimos a una campaña constante de los gobiernos y de los comisarios de la Unión Europea a favor del candidato conservador Samaras. Las encuestas sitúan a Syriza a la cabeza de la intención de voto con el 28%. Para lograr una mayoría absoluta que dependa solo de sus propias fuerzas tendría que alcanzar el 35%. En este contexto, todo depende de los resultados de los pequeños partidos, ya que si no alcanzan el 3% de los votos no obtendrán representación parlamentaria. Es verdad que una victoria electoral de la izquierda griega no resuelve todos los problemas, pero servirá para constatar que es posible comenzar a hacer frente a las políticas de austeridad e invertir el curso de los acontecimientos.
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