Las enormes movilizaciones en Egipto que precedieron la caída de Morsi
han mostrado el creciente rechazo social a su proyecto neoliberal
reaccionario y cada vez más autoritario. Los Hermanos Musulmanes no
estuvieron en el origen de la revolución egipcia, pero tras la caída de
Mubarak se convirtieron en la principal fuerza política del país al ser
la única organización opositora a Mubarak con una fuerte implantación y
arraigo social. Su labor de gobierno ha dejado claro que su proyecto
político está lejos de las aspiraciones populares que derribaron al
dictador en 2011.
Desde las protestas contra Mubarak en enero de 2011, el Ejército -la institución económica y política más importante del país- ha tenido como única intención asegurar una “transición ordenada”, así como encauzar las aspiraciones populares hacia sendas inofensivas para las estructuras de poder. Por ello, estableció una entente inicial con los Hermanos Musulmanes con el fin de hacer transitar el proceso revolucionario por el camino de la moderación sin cambios económicos estructurales. Es ahora, en medio de la constatación de la incapacidad de los Hermanos Musulmanes de garantizar la estabilidad del país, cuando el Ejército ha roto su alianza con Morsi. [click aqui para artículo completo]
Desde las protestas contra Mubarak en enero de 2011, el Ejército -la institución económica y política más importante del país- ha tenido como única intención asegurar una “transición ordenada”, así como encauzar las aspiraciones populares hacia sendas inofensivas para las estructuras de poder. Por ello, estableció una entente inicial con los Hermanos Musulmanes con el fin de hacer transitar el proceso revolucionario por el camino de la moderación sin cambios económicos estructurales. Es ahora, en medio de la constatación de la incapacidad de los Hermanos Musulmanes de garantizar la estabilidad del país, cuando el Ejército ha roto su alianza con Morsi. [click aqui para artículo completo]
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