Las dos acciones que el Sindicato Andaluz de Trabajadores ( SAT)
realizó el pasado miércoles 8 de agosto en dos supermercados de las
marcas Mercadona y Carrefour en Écija y Arcos de la Frontera,
respectivamente, han provocado exactamente lo que pretendían: abrir un
debate público en todos los medios y redes sociales del país sobre el
cada vez mayor número de personas que pasa hambre en este país y sobre
los límites de la propiedad privada cuando se trata de combatir esta
lacra. Los objetivos de la acción han sido totalmente oportunos,
necesarios y deben ser apoyados por cualquier organización de
izquierdas, social o política.
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