Tal y como estaba escrito, el guión se va desarrollando de manera
esperpéntica y dolorosa para todos los colectivos que sufren sus
consecuencias, especialmente la clase trabajadora. Tras haber mentido a
conciencia y de manera repetida sobre los efectos que iba a tener el
rescate europeo de la banca española, Mariano Rajoy ha tenido que
admitir ante el pleno del Congreso que “España está tutelada, sin manos libres, sin autonomía”, que "Los españoles hemos llegado a un punto en que no podemos elegir entre quedarnos como estamos o hacer sacrificios” o que "No
disponemos de más ley ni de más criterio que el que la necesidad nos
impone. Hacemos lo que no nos queda más remedio que hacer, tanto si nos
gusta como si no” . Era evidente, aunque la “sinceridad” actual del
Presidente es sólo aparente porque ni es el Estado español en general,
ni es tampoco toda su ciudadanía la que va a sufrir los brutales
recortes anunciados, sino sólo una parte de éstos aunque amplísima, la
clase trabajadora y los sectores más humildes y empobrecidos. Los
banqueros y los poseedores de grandes fortunas son justamente los
beneficiarios de las actuales políticas y por ello es del todo
incorrecto enmascarar esta realidad con alusiones a los intereses de
“España” y de “los españoles”. Y todo esto lo hace el PP aplaudiendo a
rabiar los recortes en el Parlamento o insultando a los parados y
paradas, como hizo desde su asiento la diputada Andrea Fabra con el ya
famoso “ que se jodan”. Este es la derecha cavernícola que nos gobierna. [clik aqui para artículo completo]
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